Ex siempre fue tiempo pasado

Cuando te encontrás con alguien que fue muy importante hace mucho tiempo, es raro. El primer sentimiento es la alegría de sentir algo familiar. A mi ex me dan ganas de abrazarlo fuerte, de volver a caminar por las noches frías de invierno después de la función de trasnoche en el cine. De volver a dormir la siesta (porque todavía tenía tiempo para dormir la siesta), tomar jugo de manzana y jugar al winning.

Pero cuando pasó tanta agua bajo el puente, te das cuenta que lo que fue ya no es y tampoco va a volver. Lo que queda es esa tibieza de la amistad, de la confianza entre dos personas que se dieron por completo. Aunque a veces daría lo que sea para olvidarme de todo lo que pasó o de volver el tiempo atrás para volver a ser tan feliz como esos días, sé que eso no va a pasar y que al fin y al cabo eso marcó mucho lo que soy hoy por hoy.

No estoy triste por lo que fue, pero es raro sentir que el fuego que hubo una vez ya no está más. Y lo mejor es poder mirarte a los ojos y sentirme sonreír, pero ya no con mariposas en el estómago sin con calidez en el corazón.