Un último mensaje

No puedo tocar tu pelo
No puedo tenerte y muero

Llegue muy tarde a tu vida
y allí estaba él


Pude descubrir tu cuerpo
Pude amarte en silencio
Pense que iba a tenerte
Todo se fue


Nuestras miradas quebraron un sueño
que un día nos lleva a vencer
Recuerdo el nombre de aquella esperanza
que quise y nunca tendré

Llevo tu perfume eterno
Recuerdo tu voz diciendo
Te quiero mucho, nunca te olvidaré

Se que al vernos moriremos
Y en silencio pensaremos
El camino al destino
Que no pudo ser

Nuestros lamentos dibujan secretos
ocultos que recordaré
La mala fortuna está de mi lado
la quiero y nada puedo hacer


Nuestras miradas quebraron un rumbo
marcado fue algo especial
Siempre en mi vida habrá un ángel
con hermosura universal
Siempre en mi vida habrá un ángel
con hermosura universal

Cosas para hacer cuando se corta la luz

  • Agarrar la guitarra criolla e improvisar a la luz de las velas
  • Sentarse en el patio a mirar la luna (por algún motivo siempre que se corta la luz hay una luna lindísima)
  • Jugar a las cartas
  • Dormir
  • Dormir
  • Dormir
  • Dormir
  • Dormir
  • Comer
  • Llamar por teléfono a alguien con luz y pedir asilo

Punk rock princess

Maybe when the room is empty,
Maybe when the bottle's full.
Maybe when the door gets broke down,
Love can break in.


Maybe when I'm done with thinking,
Maybe you can think me whole.
Maybe when I'm done with endings
This can begin
, this can begin
This can begin.


If I could be your punk rock princess,
You would be my garage band king.
You can tell me why you just don't fit in
And how you're gonna be something


Maybe when my hair gets darker,
Maybe when your eyes get wide,
Maybe when the walls are smaller
There will be more space


Maybe when I'm not so tired,
Maybe you could step inside
Maybe when I look for things that
I can't replace, I can't replace
I can't replace.

If I could be your punk rock princess,
You would be my garage band king.

You can tell me why you just don't fit in
And how you're gonna be something


If I could be your first real heartache,
I would do it over again.
If I could be your punk rock princess,
You would be my heroine.


I never thought you'd last,
I never dream you would.
You watch your life go past,
You wonder if you should.


If I should be your punk rock princess,
So you could be my garage band king.
You could tell me why you just don't fit in,
And how you're gonna be something.


If I could be your first real heartache,
I would do it over again.
If I could be your punk rock princess,
You would be my heroine.


Whoa! you know!

You only burn my bridges
Whoa! you know!
You just can't let it sink in!
I could be your heroine,
I could be your heroine!

And this is how it works

You're young until you're not
You love until you don't
You try until you can't
You laugh until you cry
You cry until you laugh
And everyone must breathe
Until their dying breath

Procrastinación

Son 1.44 am y yo debería estar dibujando, pero no. Estoy acá sentada con las piernas cruzadas, un sweater feo y mi gorrito coya, con el tablero en su estuche y con la notebook donde trabajo perfectamente cerrada.
(y pensar que este fin de semana me matan todos los deadlines. y yo haciendo NADA.)

Hipérbole

It is kind of embarrassing when a person hears a song you wrote about them and gets the wrong impression that you’re a really intense person, when in actuality you’re pretty normal, it’s just that singing something like “You’re all I’ve ever wanted” has a better ring to it than “You’re pretty cool and I like you enough to want to date you at least for a little while unless it doesn’t work out, which is totally fine.”
Allison Weiss

Random fact #6

Es señal inequívoca de que estuve llorando hasta quedarme dormida el hecho de estar con la cara congestionada y los ojos hinchados como dos huevos duros durante casi todo el día.

Not here not now

Estaba escribiendo un post larguísimo en el que te contaba todas esas cosas que, en realidad, te acabo de decir. Pero ahora que te las dije ya no tiene sentido escribirlas acá.

No tiene sentido pensar que las cosas podrían hacer sido diferentes, ni lamentarse por todas las cosas que no hicimos a tiempo. Prefiero quedarme con la idea de que tal vez algún día vamos a estar listos finalmente, porque (siempre lo dije) si tiene que ser, va a ser. Y si no tiene que ser... gracias por cada segundo que estuviste conmigo.

BFF

Vi y yo

Hoy no

Una noche nos estábamos despidiendo, te pedí un beso y me dijiste hoy no.
Me estabas matando y lo sabías, pero también sabías que si me besabas iba a ser peor.
Me abrazaste.

Hoy lo entiendo.

Hablemos en serio

Hola, mi nombre es Florencia. La chica bajita de pelo negro y ojos marrones que pasa desapercibida pero que se ríe. Sí, esa, la que siempre tiene algo para comer en la mano. Bueno, mi nombre es Florencia, tengo 20 años y un problema: nunca es suficiente.
Ya sé que no parece, pero es un problema serio, porque a veces me pongo en papel de superman (o superwoman? mujer maravilla?) y doy más de lo que puedo. Más tiempo, más esfuerzo, más milagros, más todo. Doy hasta lo que no tengo y me quedo sin nada. (no, no hablo de cosas materiales). Bueno, no, algo me queda: el vacío. El agotamiento mental y físico. La cama, mirar la nada.

Nunca son suficientes materias, nunca son suficientes actividades, nunca estoy involucrada lo suficiente. Nunca trabajo lo suficiente, nunca soy lo suficientemente femenina u ordenada. Juro que lo intento, pero debo intentarlo mal porque nunca alcanza.
Siempre podría hacer más, siempre podría ser mejor, pero no lo hago, no lo soy. Nunca (me) alcanza.

Los límites se desdibujan y se estiran como chicles. Pegajosos, incapaces de volver a unirse para formar un globo. Me niego a aceptar que el límite está ahí, que existe y que en realidad es rígido. Los días tienen 24 horas y las personas deberían dormir entre 6 y 8 horas diarias. El café hace mal y yo me hago mal. Juego a saltar sobre el límite como cuando jugaba al elástico y daba vueltas y lo enredaba, saltaba sobre él y lo estiraba. Yo digo que estaría bueno aceptar mis límites y no justamente por empujarme hacía ellos, y May me responde que yo conozco mis límites, pero que no puedo evitar jugar con ellos hasta que son como un elástico que se corta y me lastima.

Me niego a abandonar.
(me importa poco y nada la coherencia que pueda tener esto. no lo voy a revisar. hace mucho que no hablo de algo tan íntimo, tan de verdad)

Borrador

No sé, todo pasó tan rápido que todavía no entiendo. Porque vos estás ahí y yo estoy acá, y por qué no intentarlo. Sí, sí, ya sé por qué no, mil motivos puedo darte.
Y miento si te digo que estabas en mis planes. No puedo prometerte nada, pero por hoy me dan ganas de intentarlo.




creo que las gomitas de eucalipto me cayeron mal

Decí NO



No tiene mucho sentido que escriba mucho al respecto - sobre todo porque APESTO para estas cosas - pero los que saben ya dijeron bastante.
Pueden leer a:
Entre varios bloggers empezamos una campaña en www.noalimpuestazo.com, sumate vos también! Podés subir tu foto a flickr y agregarla al pool, escribir tu propio post, comentar en nuestro blog, unirte al grupo en Facebook, twitteá al respecto y usá el hashtag #noalimpuestazo! También podés grabar tu propio video con un cartel que diga No al Impuestazo! y sumarte a la campaña de Fede Aikawa.

Como dijo Fabio, tal vez no logremos cambiar las cosas, pero por lo menos no nos quedamos callados y lo estamos intentando.

Memoria locacional

Buenos Aires es grande y hermosa, pero cada uno de sus lugares para mí tienen sus propios recuerdos y quedan asociados a las personas. Por ejemplo, para mí la plaza Flores es un ex novio mío, que me regaló un llavero con forma de estrella que compró en la otra cuadra para mí. Ahí cerquita, contra una pared en la calle Terrero un chico me confesó que estaba engañando a la novia. Unas cuadras para el sur son ellas calles oscuras y desoladas por las que caminamos con mi mejor amigo una noche de primavera en la que iba a cambiar mi vida.
Para mí la calle Lavalle tiene un poco de paseo con amigas por Once, y en el centro tiene gustito a reuniones, a Pump y Para-Para. Maipú lleva recuerdos de él por todas sus veredas y Talcahuano siempre es un mediodía mirando guitarras, cuerdas y micrófonos. La calle Florida es una gran ensalada de clases de piano los sábados a la mañana y conciertos de sábado por la noche. Corrientes y Uruguay son sábados a la tarde sentados en la galería hasta que nos echaran por hacer lío.
La avenida Gaona tiene un poquito de Bella, un poco de amigas en el Coto y mucho de él y nuestro primer beso. Acoyte y Rivadavia también tiene mucho, muchísimo de él, de noches de cines y de tardecitas paseando, aunque también tiene una dosis de amigas y un poco de mamá. La esquina de Neuquén y Fragata Sarmiento tiene gusto a helado de melón y noches de domingo.
Cabildo y Juramento son tardes de rebelde quinceañera, de recorrer galerías "en busca de". Son un poco como las galerías de Rivadavia pero con menos recuerdos. Belgrano tiene un poco de mucho: tiene noches de llovizna, tiene turnos de médico bien tarde, tiene paseos por lugares irreconocibles al lado de él. Eso: ese barrio tiene mucho, muchísimo de él. De mañanas frías, de besos bajo la lluvia, de noches tibias.
La puerta de un edificio en la calle Corrientes tiene irremediablemente pegado el recuerdo de una noche en la que me llenaron de espuma en el corso de Febrero. Acevedo del otro lado son tardes pegajosas de un verano aburrido. Las callecitas deporacá tienen gusto a mis primeros mates amargos y las reuniones de los sábados en la parroquia del barrio. El patiecito de la parroquia tiene mucho de niñez, de primera comunión y de misas de semana santa.
Acevedo pero de este lado son mañanas tardías y horas consumidas en la biblioteca, son un himno al colegio y mis primeros pasos en el periodismo.
La plaza enfrente de Económicas tiene un poco de pastillitas de las princesas, otro poco de skates, un poco de exámenes y buzos y mucho de waffles rellenos y bañados en dulce de leche. Más para allá, Recoleta es todo de él y de sus fines de semana, de una y mil películas en el Village y de pies adoloridos (ya te pedí disculpas por eso?).
La avenida Santa Fe es de mis amigas y de nuestros paseos mirando vidrieras, y hablando de mis amigas, Maipú - pero en Vicente López - es una de ellas. Las calles de Vicente López, las tardes frías y con viento en el río son de mis amigos. Son llegadas tardes pero mates dulces, son talitas, acústicos y poses frente al espejo (los extraño un montón! cuándo los veo?). Y un poco más para allá, Martínez es una mezcla de té helado, de tardes calurosas durmiendo la siesta con él, pero además de noches frías de invierno en recitales en PCP. Martínez, aunque también más para allá y más para acá, y sobre todo Niceto Vega un martes a la noche, tiene mucho, mucho de él.
Una cortadita enfrente del Hospital se parece a una tarde fría de primavera, a un auto estacionado y a un tema cantado en la guitarra.
Cada rincón tiene sus propios recuerdos, miles de momentos congelados que empapelan las paredes, que brotan del piso y se resbalan hasta las alcantarillas. Son colores, son temperaturas, son sentimientos, son pedacitos de mí en un mosaico gigante que forma una ciudad.

Parece

Esta vez, puede ser, como trenes en tus labios.
Algo más veo detrás, un armónico descanso.
Leche de acoples, paladar.
Esta vez, nada es, para convertirse en todo.
Un abrazo de algodón, entre pompas de canción, entre arritmias de yogur, aparece.
Esta vez siento la locomotora como una frazada mientras llueve,
afuera nada cambia, para ver todo nuevo, aparece.

Bola de pelos

Durante muchos muchos años no tuve mascotas. Es más, estoy casi segura de que nunca tuve una mascota "de verdad" - o por lo menos, un par de pajaritos y una tortuga de la que apenas tengo recuerdos yo no las considero mascotas de verdad.

Dos días antes de mi cumpleaños, el 28 de abril, aparecí en casa con una gatita blanca y negra de 4 meses llamada Bella. No fue una decisión impulsiva, pero sí fue una sorpresa para la gente que me rodeaba. Costó muchísimo que mis papás se adaptaran a tener un bichito caminante y que maullaba dando vueltas por la casa, pero funcionó.

No les puedo explicar lo feliz que me hace tenerla conmigo. La adoro, la miro y se me cae la baba, me quedo estupidizada viéndola jugar o simplemente dar vueltas. En este momento sonrío mirando las poses que hace mientras duerme en mi cama. Me encanta cuando todas las mañanas viene hasta mi puerta, maulla y rasca para que la deje entrar a dormir conmigo un ratito. Cuando me muerde cariñosamente para que le haga mimos, o cuando apoya sus patitas en mis piernas cuando estoy en la pc para que le golosinas. Hasta la quiero cuando se me para sobre el escritorio e intenta cazar el puntero del mouse en el monitor como si fuera un mosquito. No me arrepiento ni un segundo de haberla adoptado, de haber decidido tener una mascota y elegirla a ella. Porque si pudiera la volvería a elegir una y otra vez, aunque me robe la comida, se esconda debajo de las macetas y me mordisquee los lápices mientras dibujo.

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