El verano pasado me encontraba intentando construir algo, intentando vecer miedos, intentando ceder. Intentando enamorarme pero sin soñar demasiado. También me encontraba despidiéndome de él, negándome, intentando olvidarme.
Pero el verano pasado también me partieron el corazón y me lo volvieron a arreglar, reviví sentimientos, volví a encontrarme con lo que creía perdido, pasé tardes tirada retorciéndome en mi dolor y tardes tirada en su cama sonriendo de placer. También conocí a muchas de las personas que hoy son parte de mi vida diaria, incluyéndolo a él (que ocupa una gran parte de mi vida)
El verano pasado cometí errores y aciertos, tomé decisiones buenas y malas, me propuse cosas que no pude cumplir, pero por sobre todo: pasó lo que yo no creía que podía pasar, y pasó lo que yo no quería que pasara.
Tal vez después de todo Vi tiene razón: el verano es largo, y pueden pasar demasiadas cosas de acá al 21 de Marzo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario