Bookworm

Desde muy chica soy lo que se denomina bookworm, una ávida lectora y amante de los libros. Durante la primaria fui a un colegio en el cual la biblioteca era una suerte de centro social, lo cual me llevó a pasar muchas horas dentro de la misma y a hacerme amiga de la bibliotecaria. Entonces una pulguita de unos 8, dando vueltas por ese pequeño ático atiborrado de libros, descubría a Sherlock Holmes y Agatha Christie. Después fueron Gabriel García Márquez con su realismo mágico, los poermas de Benedetti, la ciencia ficción de Ray Bradbury. Cuentos de Elsa Bonnerman, novelitas rosas y best sellers, Sor Juana Inés de la Cruz y hombres necios que acusais. No desperdiciaba nada de lo que caía en mis manos.

Cuando me cambié de colegio pasé a uno que no tenía una biblioteca que hiciera que a la gente le gustara pasar su tiempo ahí - por lo tanto no iba tan seguido (además, la bibliotecaria me daba un poquito de miedo). Con el correr de los años me fui amigando, pero ya no fue lo mismo. La biblioteca ya no era un pequeño ático sino una sala con una larga mesa de lectura y todos los libros perfectamente ordenados en grandes estanterías con puertas de madera y vidrio, y encima no tenía ni un solo libro de Agatha Christie!

Hace unos años - después de un par de affaires con los e-books - redescubrí los libros. Volví a mi primer amor: a las librerías grandes llenas de libros con olor a viejo, a caminar por las ferias del parque en busca del algún libro que me tiente. Volví a leer todo el tiempo, especialmente en los recreos de la facultad, en el subte y en el colectivo. Devoro los libros, uno tras otro, y mi biblioteca crece a un ritmo alarmente. Hace unos meses, mis padres me regalaron una biblioteca nueva porque los libros estaban empezando a apilarse de una manera que desafiaba a la física y amenazaba con caerse sobre mí en cualquier momento. Y junto con la nueva biblioteca, decidí darle uso a mi cuenta en Shelfari (y ya que estaba, también a la de Goodreads y a la de Readernaut), ponerme media pila y ponerme a organizar digitalmente los libros de mi colección.

Llevar un registro de mis libros me evita comprar libros duplicados (sí, aunque no lo crean me pasó de comprar un libro que ya tenía..... dos veces me pasó!), llevo un registro de lo que leo, lo que tego, lo que quiero leer y además me entero de cosas interesantes sobre lo que leo :)
Últimamente pongo mucho esfuerzo en los libros que busco, y en aportar cuidadosamente información sobre mis libros: edición, ISBN, tapas, algún review.

Intento llevar esta (no sé si tan) sana adicción a los libros a la gente que me rodea, pero muchas veces no puedo engancharlos y eso me frustra un poco. No sé si es por la temática de los libros o porque a las personas simplemente no les interesa leer. (Igual, me sirve de consuelo ver cada vez más libros en el subte, aunque sea una copia de El combustible espiritual 2)

2 comentarios:

Nestor Trepode dijo...

Que interesante econtrar una lectora , lamentablemente los lectores nos estamos convirtiendo en una especie en extinción, te invito a mi blog www.nestortrepode.blogsptot.com y hacer tus preguntas a http://www.formspring.me/nestortrepode

Nestor Trepode dijo...

Que interesante econtrar una lectora , lamentablemente los lectores nos estamos convirtiendo en una especie en extinción, te invito a mi blog www.nestortrepode.blogsptot.com y hacer tus preguntas a http://www.formspring.me/nestortrepode

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