
Más de una vez me preguntaron por qué dejé de tocar en conciertos y por qué me niego a tocar en serio frente a otras personas (fuera de mi familia y mis profesoras, claro). Entre las frases de Murakami y mis recuerdos me dieron una respuesta muy clara: porque no soy capaz de transmitir nada. Puede sonar trivial, pero no lo es. La técnica la puede tener cualquiera, se adquiere simplemente con práctica constante, en especial para alguien que aprendió a escribir el acorde de do mayor antes de poder escribir su nombre; pero la interpretación, revivir la pieza y convertirla en algo vivo... eso no lo hace cualquiera. Eso no adquiere sólo con la práctica. Eso es innato, es natural, es algo que te quema por dentro.
Una de mis profesoras me ha escuchado tocar desde que era un pequeño retoño, cuando me preparó para un examen hace unos años me dio la clave: tengo todo el potencial, pero por algún motivo no lo exploto. Toda esa música, toda esa capacidad interpretativa, toda esa musicalidad está dentro mío pero hay algo, algo que todavía no puedo explicar, que me impide expresarlo. El año pasado mi otra profesora también me lo dijo: estoy tocando fría y maquinalmente; toco lo que está escrito, pero nada más. Una vez casi me reprueban en un examen por esto, a pesar de que no tuve ni un sólo error.
El piano absorbe mucho de mí. Hubo una época en la que al terminar de tocar mi sonata quedaba destruida, agotada, sudando; como si hubiera llegado al fin de la maratón más importante de mi vida. Pero mi gran defecto era lo peor: aunque hubiera dado todo mí, poniendo todo mi sentimiento, mi emoción, tocando hasta el éxtasis y las lágrimas, para la gente era sólo una sonata más - y ni siquiera una muy emotiva. Por eso no dejo que la gente me escuche: el piano es un agujero negro que absorbe todo de mí, pero no lo deja salir hacia afuera. O tal vez soy yo, que pongo esta barrera invisible que no deja que el resto vea lo que realmente soy, pero a través del sonido.
4 comentarios:
a mi me pasa algo similar con la fotografía.
Realmente me apasiona y disfruto al máximo poder componer, ver, tratar...
sin embargo se que me falta ese 'no-se-que' para entender mi arte y poder mostrarlo. Quizás es vergüenza, quizás es falta de amor propio, quizás es falta de autoestima, quizás es falta de 'sentirse el mejor'...
Quizás sea un hobbie y no necesite mas que eso, poder disfrutarlo.
...
Siempre quise escucharte tocar el piano. Siempre quise tocar el piano :(
A mi me da verguenza que me escuchen tocar u.u
sabes que es lo que yo hago cuando no puedo expresar nada en la guitarra? dejo de escuchar música, totalmente! nada de nada solo lo que no puedo evitar escuchar por que alguien lo pone cerca de mi. Luego de un período en "castidad" puedo escucharme mas y sacar mis sentimientos y hacer que la guitarra suene como yo tengo en mente y como yo creo que debería de sonar. Cada nota, legato, estacato, arpegio y escala salen con el color que yo deseo y pinto el cuarto con ello. El mundo se acaba para mí, pareciera que estoy en el centro del universo tocando y que solo existe la guitarra y yo para hacer un big bang a bases de sonidos... damn me inspire! :-) Saludos
Hay algo de razón en la idea de que no cualquiera puede hacer vibrar a los demás con un instrumento, pero de ninguna manera quiero promover tu renuncia a esta disciplina tan hermosa solo por haber recibido una crítica inconsciente.
Tal vez es muy temprano para tirar la toalla. No todos llegan a su meta al mismo tiempo, es por eso que debes seguir intentándolo.
Hay gente que no sabe lo que genera con sus comentarios, como tu maestra. Cuando yo estudiaba guitarra, pasé por lo mismo, pero salí adelante.
Llega hasta el final del camino, seguramnete estás equivocada.
Que estes bien, hasta luego.
Publicar un comentario