Presto ma non troppo

Muchos aspectos de mi vida se traducen en el piano y en la música que hago. Comienzo las obras con un tempo que luego no puedo sostener, y lo sé, pero aún así mi cuerpo, mis manos, mi corazón piden más.

Tengo una cantidad enorme de posts en borrador, de esos que arrancan como una "magnífica" idea, pero después de tres reglones ya no sé como seguir. Empecé un montón de cosas: estudié periodismo y comunicación social durante 6 años, gimansia aeróbica deportiva durante 2 años, hockey durante 2 años, y a partir de ahí van bajando. Hice baile durante un año, hip-hop durante 6 meses... del gimnasio voy 3 semanas. Tengo mil proyectos que nunca termino de concretar.
Y ni hablar de los proyectos web. Ya perdí la cuenta de la cantidad de páginas web que pasaron por mis manos y mi disco rígido. Tuve páginas sobre poesías, sobre canciones, miles de weblogs, dedicado a alguna actriz de turno, grupos yahoo, y más.

Esta ansiedad e impulso inicial es algo que siempre me afectó tocando el piano, desde que tengo 10 u 11 años, en especial. La profesora me calma, me dice que no comience con un tempo tan alto, que luego no puedo sostener, y yo pienso en que tiene razón, pero que la primera vez nunca puedo controlarlo. Mantener ese fuego inicial es siempre la cuestión.

O sea, el problema no es el estallido inicial, el problema es que la energía sea constante. Y si lo trasladamos a otros ambientes, termina siendo el secreto de las cosas que duran: que la energía y la pasión inicial sean constantes, tal vez más, pero nunca menos.

En realidad todo esto iba a hablar sobre otra cosa, pero el post lo empecé hace mucho tiempo y quedó en Draft, como era previsible. Hoy tuve la inspiración para terminarlo, pero como es usual en mí, me fui por las ramas y ya no me acuerdo de lo que quería hablar.