Debajo del acolchado

Un beso. Dos, tres, mil. No puedo despegarme de tus labios. Nuestras piernas se entrecruzan como si fueran una sola enredadera, se cruzan y se enredan, se encuentran y se acarician. Nos reímos, nos acariciamos, nos volvemos a besar. Nos sentimos, nos mordemos, nos volvemos a besar (me gustás tanto). Miramos el cielo por la ventana y hablamos, y cada tanto nos hacemos cosquillitas con la mirada. Encajamos perfecto (como si fuéramos esos adornitos de madera que venden en la feria del parque), nos miramos y nos volvemos a besar. Y así hasta quedarnos dormidos. Y cuando nos despertamos hace frío y nosotros, enredados debajo del acolchado, nos negamos a salir. Cinco minutos más, cinco minutos de tus besos dormidos, de seguir enredados debajo del acolchado.
Copyright @ Insomnia | Floral Day theme designed by SimplyWP | Bloggerized by GirlyBlogger