Y es una tarde más, una tarde húmeda y aburrida. Afuera hace frío, llueve y hoy no estás conmigo. No tengo intenciones de salir de la cama todavía y para peor el día no parece que fuera a mejorar. Escucho sola ese disco que escuchamos juntos una noche horrible que hacía muchísimo frío y de la que no me puedo olvidar (me había olvidado de cuánto me gustaba esta banda). Esa noche estabas malhumoradísimo porque absolutamente todo salía mal pero tenerte al lado alcanzaba para que en realidad no importara.
Pero ahora es otro invierno, hace frío y estás lejos en cada uno de los sentidos. Pienso en todo lo que pasó y al final nunca supe si había tomado las decisiones correctas. No sé si estuve bien, si fue lo mejor, si las cosas podrían haber sido de otra manera.
Es invierno y algo me falta, pero es inútil pensar en lo que podría haber sido y no fue, pensar que tal vez en otro lugar y momento, en todo lo que de alguna manera perdí por jugar la de ser "dura" y callarme lo que sentía.
Los inviernos que se van no vuelven.
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