26jul
26jul
Sobre la atemporalidad
Etiquetas:
cotidiano
No siempre publico las cosas cuando las escribo. Es más, desde el día en que me arrepentí de publicar algo casi impulsivamente, me gusta pensar mucho en lo que publico. Algunas cosas se publican mucho tiempo después, otras se publican un rato después, y otras ni siquiera llegan a ser publicadas. Tengo posts en borrador durante siglos, hasta que un día llega la inspiración para terminarlos. Cuando escribo enojada, la fecha de publicación suele ser un par de meses después, para dejarme pensar en frío si realmente necesita ser publicado y darme todo el tiempo del mundo para arrepentirme. Llegué a programar un post, que se publique, borrarlo, y republicarlo varios meses después, cuando sentí que estaba lista para hablar de eso. Programar los posts es un extraño método de autodefensa, pero mediante el cual expreso de vez en cuando lo que de verdad me pasa (y de lo que a veces tanto evito hablar acá). Es una mezcla entre el "pensar antes de hablar" y "todas las cosas que quiero decir y no me animo". Lo más extraño es cuando estoy triste: en esas ocasiones siempre publico cuando me pasa, no me detengo mucho a pensar. (y más extraño es pensar que hubo una sola excepción a la regla). Tal vez cuando estoy triste bajo un poco más la defensa y de tanto overthinking, en realidad dejo de pensar.
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1 comentarios:
Luego de la aclaración personal, la escrita jaja.
Sos una idola!
beso grande!
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