El primer beso

Era un sábado a la noche y hacía demasiado frío para ser mayo. Yo estaba enferma, como siempre, pero no me importó. Me tiré medio ropero encima y fui igual.
Jugábamos. Creo que esa es la palabra, estábamos jugando a que queríamos algo más. Esa noche descubriste que soy un poco violenta para demostrar mi cariño y que mis empujoncitos en realidad no son de mala, sino de "quiero llamar tu atención y no sé cómo". Era mi manera de acercarme a vos, un castillo con murallas altas que me parecían (y todavía me parecen, a veces) imposibles de sobrepasar.
Nos reíamos, nos estábamos divirtiendo. Tu turno: se escuchaba la frase "todo lo que yo soy dedicarte, sos todas mis razones" y levantaste la mirada para clavarla en mis ojos. Nunca supe si fue intencional o una pura casualidad, pero sé que en ese momento me di cuenta de que no quería a nadie más.
Seguimos jugando, tomando distancia. Estábamos entre la gente pero en realidad estábamos solos. No me acuerdo qué fue lo que hiciste pero te miré, me miraste. Nos miramos. Algo nos hizo sonreír y sonrojarnos. Me preguntaste en voz baja cómo respondía a los impulsos de los demás y te miré sin entender. Te hice un gesto y me susurraste al oído "qué harías si te beso?". Te miré a los ojos y no hizo falta más.

0 comentarios:

Copyright @ Insomnia | Floral Day theme designed by SimplyWP | Bloggerized by GirlyBlogger